Esta sección presenta las 7 reglas principales del Clean Code (Código Limpio).
El concepto de código limpio se le atribuye a Robert Cecil Martin, un destacado ingeniero de software que popularizó este término en su libro “Clean Code: Refactoring, Patterns, Testing and Techniques for Clean Code”. No obstante, los principios subyacentes a la idea de código limpio tienen raíces mucho más profundas y no se limitan exclusivamente al ámbito de la programación. A continuación, te ofrecemos una explicación sobre lo que implica el código limpio, sus beneficios y cómo llevarlo a la práctica1).
El código limpio no se basa en reglas rígidas, sino en una serie de principios que promueven la creación de un código intuitivo y fácil de modificar. En este contexto, la intuición implica que cualquier profesional de desarrollo pueda comprenderlo de inmediato. Un código que es fácilmente adaptable presenta las siguientes características:
Un código se considera fácil de modificar cuando es flexible y extensible, lo que facilita la corrección de posibles errores. Por estas razones, el código limpio resulta sencillo de mantener y exhibe las siguientes cualidades:
Las ventajas de este enfoque de programación son evidentes: el código limpio se vuelve independiente del desarrollador que lo creó. En esencia, cualquier programador puede trabajar con él, lo que evita los problemas asociados con el código heredado. Además, el mantenimiento del software se simplifica, ya que los errores son más fáciles de identificar y corregir2).
La elección de nombres desempeña un papel fundamental en la comprensión de un código, ya sea para variables, funciones, parámetros, clases o métodos. Al seleccionar un nombre, es esencial considerar dos aspectos clave:
Debe ser preciso y expresar la idea central de manera directa. No temas usar nombres largos si ello es necesario para representar con claridad la función o propósito.
Esta regla se basa en la idea de que, al salir de un área de acampada, debes dejarla más ordenada de lo que la encontraste. En el ámbito de la programación, esto se traduce en dejar el código más limpio de lo que estaba antes de editarlo.
El código es una narrativa, y los programadores son los autores de esta historia. Para estructurar un código limpio, es fundamental crear funciones simples, claras y concisas. Dos reglas orientadoras son:
Es importante no confundir “nombre” con “función”. Como se mencionó en el primer principio, los nombres largos no son un problema, pero las funciones deben mantenerse breves.
Este principio, acuñado en el libro “The Pragmatic Programmer,” se aplica a diversas áreas de desarrollo, como:
DRY defiende que cada elemento del conocimiento del sistema debe ser único y exento de ambigüedades, evitando así la duplicación de funcionalidades.
Los comentarios en el código deben ser utilizados con moderación y solo cuando sean realmente necesarios. Según la perspectiva de Uncle Bob, los comentarios pueden inducir a error, ya que suelen quedar obsoletos al modificarse el código. Por lo tanto, si se opta por comentar, debe ser de manera esencial y revisada conjuntamente con la versión del código.
El autor Michael Feathers destacó la importancia de tratar adecuadamente las excepciones en el desarrollo web. Los programadores son responsables de garantizar que el código siga funcionando incluso cuando surgen problemas. Tratar las excepciones de manera correcta es un aspecto clave en este proceso.
La realización de pruebas es una etapa crucial en la programación, y solo un código que ha pasado pruebas limpias puede considerarse verdaderamente limpio. Para ello, se deben cumplir ciertas reglas:
El Clean Code es un concepto arraigado que resuelve de manera eficiente uno de los principales desafíos que enfrentan muchos proyectos de desarrollo de sistemas: el mantenimiento3).